Hoy todos los diarios se han abierto con una noticia: la mascare acontecida en la ciudad de Boston que han dejado un centenar de heridos y por el momento. tres muertos. Unas imágenes que nos han dejado a todos completamente perplejos.
Pero de entre todas ellas, hay una que es especialmente dura, ésta: un joven amputado y un grupo de voluntarios trasladándose a la ambulancia. Pocos medios se han atrevido a reproducirla, pero en cambio, ha dado la vuelta al mundo a través de redes sociales. Pero en esta intensa foto, lo que no se aprecia, es la verdadera historia de uno de los voluntarios. El hombre que llevaba un llamativo sombrero de cowboy y que decidió arriesgar su vida para salvar las de otras.
Su nombre: Carlos Arredondo, el héroe del sombrero de «cowboy». Una persona que ha visto como la tragedia se ha convertido en la protagonista de su vida. En el año 2004, su hijo, un marine falleció en Iraq. En el día que recibió la noticia, trató de suicidarse, encer´ándose en una furgoneta con 20 litros de gasolina y prendiéndole fuego con una antorcha de propano. De forma, se podría decir, que milagrosa, logró sobrevivir. Así que decidió reconducir su dolor por cauces más positivos: se convirtió en activista por la paz. Pero el motivo real por el que se encontraba en la ciudad, era sólo porque le quería dedicar la carrera de maratón a su fallecido hijo.
Arrendondo no dudó en socorrer al corredor amputado y atar un torniquete al joven para así evitar su desangramiento.
Así son ellos, los héroes de la tragedia.
Que se pare el mundo que me bajo 